Usted puede preguntarse por qué su dentista recomienda la aplicación de flúor directamente a los dientes durante su revisión periódica cuando el flúor ya está presente en el agua, pasta de dientes y enjuague bucal. En Designing Smiles Dentistry, creemos que es importante que nuestros pacientes entiendan el papel crucial que desempeña el flúor en el mantenimiento de la salud dental y cómo una aplicación tópica simple e indolora puede proporcionar una capa adicional de protección tanto para niños como para adultos.
El flúor es un mineral natural que mejora la resistencia de nuestros dientes a los ácidos producidos por las bacterias dañinas, responsables de la caries. También refuerza el esmalte -la dura capa externa de nuestros dientes- contra las primeras etapas de la caries.
El uso de pasta dentífrica con flúor ha sido reconocido por su significativa reducción de las caries desde 1960. Además, desde hace más de 70 años se añade flúor al agua potable por el mismo motivo: combatir la caries.
A pesar de estos esfuerzos, la caries dental sigue siendo la enfermedad crónica infantil más prevalente, ya que afecta a la mitad de los niños de 5 a 9 años y a la mayoría de los de 17, según informa el Instituto Nacional de Investigación Dental y Craneofacial. Las aplicaciones tópicas de flúor pueden proporcionar una protección adicional no sólo a los dientes primarios (de leche) del niño, sino también a los permanentes. Nuestros dentistas también pueden recomendar el tratamiento con flúor a los adultos con mayor riesgo de desarrollar caries.
Tras una limpieza a fondo, el dentista puede aplicar flúor tópico directamente sobre la superficie dental en diversas formas, como espuma, gel o barniz. También puede colocarse en una cubeta que cubre los dientes durante un breve periodo. En algunos casos, se aconseja a los pacientes que esperen una media hora después del tratamiento antes de consumir alimentos o bebidas para que el flúor se absorba eficazmente en la superficie del diente.
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